Así suena la última referencia (y van treinta y una) publicada en el netlabel Larraskito (la imagen que acompaña este post la publicó alguno de los anónimos participantes de la larga retahíla de comentarios suscitados en su propia web).

[larr31] «Desde cualquier ángulo…»

La fragmentación continúa, nos estamos separando en nuestras propias opiniones que formamos para poder representarnos en la red. Pero esto no significa que no podamos desde nuestras diferencias empezar a cambiar las rutinas asesinas que nos hacen apagar el deseo de acabar con este sistema.

No se trata de crear un espacio civilizado ni de hacer música experimental, si no de experimentar nuevas experiencias colectivas dentro de esta fragmentación, de socializar nuestra urgencia y de vomitar nuestra alienación.

No esperemos nada de organizaciones establecidas, ni de maneras habituales de realizar política. Las malas experiencias nos han llevado durante muchos años a la desconfianza. Tampoco esperemos nada del arte para mejorar nuestras condiciones ni hacernos más conscientes.

Tantos círculos cerrados (música experimental, EAI, estética relacional, arte social, web 2.0…) fomentando la fragmentación para despolitizarnos. Hemos creado nuestros propios nichos que en estos momentos necesitamos dinamitar si queremos cambiar esta realidad.

¿Como podemos estar juntos en la red, en los blogs, en los foros… no para ganar prestigio ni reconocimiento sino hacer realidad nuestras ansias de revolución?

El estar conectado se ha convertido en una condición contemporánea necesaria para no quedarte fuera.

Pero el estar dentro es adentrarte aún más el desierto de la insatisfacción.

Desde cualquier ángulo se puede empezar la insurrección.