Después de aguantar un concierto absolutamente insoportable y rancio de Ebony Bones, llegó por fin el turno de Raster Noton, que prometía ser uno de los puntos álgidos del Sónar de este año. Los primeros en aparecer fueron SND, que repitieron más o menos lo mismo de la Transmediale, aunque tengo que decir que el concierto del Sónar fue mucho más intenso, quizás porque el equipo de sonido del hall del CCCB es capaz de hacer temblar el suelo, y tembló, sí.

Acto seguido apareció Byetone, haciendo también más o menos lo mismo que en la Transmediale: un concierto que parecía preparado pensando en la pista de baile y en el que sólo sonaron tres temas que alargó durante unos buenos 45 minutos.

El tercero fue Alva Noto, ¿a qué no adivináis qué hizo? Lo mismo que en la Transmediale… a pesar de que en la web del Sónar se decía que presentaría Xerrox vol. 2. A esas alturas yo ya estaba tan cansada y muerta de calor que me daba un poco igual todo, la verdad, y el haber presenciado ya todo el plan de la tarde no ayudaba mucho a avivar el interés.

No me he extendido mucho con lo anterior porque ya hablamos y colgamos vídeos la primera vez que asistimos al asunto. La única diferencia es que en este caso las proyecciones se hicieron en tres pantallas frontales, una panorámica en el centro y dos más pequeñas a ambos lados. Esa tarde en el Sónar no grabé nada porque me olvidé la cámara en casa, pero de todas formas no tendría mucho sentido colgar otra vez lo mismo.

Para acabar, teníamos a Atom™ trajeado y con corbata, que no tocó el disco kraftweriano que ha publicado con Raster Noton, sino que fue un poco a su rollo teatral y pop habitual. Empezamos viendo el Arkaos a toda pantalla… Las proyecciones comenzaron con un estilo retro-cutre-ASCII-binario (verde y negro, ya sabéis) para seguir intercalando fotogramas de lo que parecían pelis porno. Después, nos puso un vídeo y se quedó de brazos cruzados. A mí personalmente no me atrae mucho musicalmente, y este tipo de escenificación performática y graciosilla tampoco es que me vaya, soy más de frialdades yo, o desbocamientos sobrecogedores, pero teatrillos no, gracias. Con esto no quiero decir que el concierto fuese una porquería, en general a la gente le gustó, pero, subjetivamente, no es lo mío.