Me he rasurado todo el cuerpo, absolutamente todo. Tres horas y media en la bañera. Recuerdo aquellos años en los que la esquizofrenia colectiva asomaba la cabeza (hablo de las raves, los travellers y todo ese mundo que tan profundamente algunos conocemos), y cuando hablo de esquizofrenia hablo de aquellas conversaciones que teníamos acerca de la evolución de la especie (que miedo me da recordarlo), y del pelo, del vello corporal. Pensábamos que los humanos perderían el pelo con el tiempo (darwin). Gattaca, Equilibrium y Farenheit 451. Hoy he perdido todo mi pelo y no me reconozco. Toco mis piernas y son diferentes. No tengo pelo y necesito belleza, hoy solo necesito eso. Me asomo al balcón y veo mi barrio (foto), me conecto y veo lo que os ofrezco en los próximos post.

[escucho el programa n29 de sinsalradio, es el ingrediente perfecto para pasar este desasosiego tan placentero, no os lo perdais…]