Si el arte es, como dicen los italianos, un cierto brivido, un escalofrío, la improvisación libre es tan sólo un camino, entre indefinidos caminos diferentes, de llegar al escalofrío… Ni lo asegura, ni es necesario. La improvisación libre no es un dogma. Como dice el profeta, “nadie sabe el camino”.
Contra la forma
He identificado antes la “creación musical en tiempo real” como pensamiento contemporáneo, porque ella encarna ardiente, militantemente, las dos características fundamentales que en mi opinión tiene el pensamiento contemporáneo, las cuales paso ahora a comentar:
-La primera es el rechazo, o si se quiere, la superación, de la idea de forma, que desde Platón ha dominado el pensamiento occidental.
El siglo XX ha asistido al desmantelamiento de la idea de forma. No pensamos en formas. No tenemos formas, fijas, de pensar; de sonar. No creamos formas como algo fijo, invariable a través del tiempo. Las aparentes formas momentáneas son hechas y deshechas, a la deriva del tiempo.
En lugar de la forma, se han propuesto varios candidatos, más dinámicos, para sustituirla: el concepto de “aire de familia” de Wittgenstein, el de “deriva” situacionista, “desvío” o “desvarío” surrealista…, o “gurugú”… Con ellos se trataría de no fijarse en formas, sino entregarse al tiempo, a un tiempo en el que todo puede pasar, toda construcción, toda destrucción, o reconstrucción, de formas. (MÁS)

Improvisación, música y pensamiento contemporáneo
por Fernando Carbonell
Doce Notas Preliminares nº 10

Hurta Cordel, a partir del sábado 26 en La Casa Encendida
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