El 1 de enero de 2008 Taylor Deupree daba comienzo a un proyecto personal que consistía en capturar una fotografía con una cámara Polaroid cada día de ese año. Después de esa experiencia, que él mismo definió como ‘divertida, exigente y a veces frustrante”, explicaba que tener 365 Polaroids que mostraban los altibajos de ese año de su vida era muy gratificante. Durante ese tiempo, se vio obligado a observar, a fijarse y a pensar en su entorno más de lo habitual, no se trataba de conseguir fotografías perfectas, sino de guardar un diario visual.

Cuando terminó 2008, y con él su propósito fotográfico, decidió dar un descanso a la cámara y llevar consigo a todas partes una grabadora digital de sonido pequeña, el nuevo reto era recoger cada día un sonido. En la página de 12k relata su propósito con estas palabras:

Como músico, no suelo trabajar con ‘grabaciones de campo’, aunque estoy suficientemente familiarizado con esa fuente sonora y la he usado en mis composiciones alguna vez. No obstante, siempre estoy escuchando, y encuentro belleza y serenidad en muchos sonidos cotidianos que me rodean. Este ejercicio me forzará a escuchar con más cuidado cada día, pero también a ampliar mi propia paleta sonora. Como con mis polaroids, no intentaré capturar sonidos ‘perfectos’, sino un diario sonoro sencillo del día a día. Seguro que capturaré muchos sonidos maravillosos, pero ese no es el objetivo principal del proyecto.

No voy a establecer un límite de duración para las grabaciones diarias, haré que cada una dure todo lo que sea necesario para capturar lo que esté grabando. Además de la grabadora llevaré una libretita y anotaré la fecha y la hora, así como el lugar y el ‘tema’. Estas grabaciones se colgarán en mi blog y, por supuesto, en esta página web.

Si 2008 fue un año para ver cada día, 2009 será un año para escucharlo. La muerte del mercado de la película Polaroid instantánea hizo que ese proyecto fuese complicado de continuar… Mi proyecto era oportuno. No hace falta que diga que, como fotógrafo, nunca dejaré de observar, y es raro que vaya sin una cámara, pero pasar un año viviendo y viajando con un diario sonoro será una manera nueva de experimentar cada día.